pueblo y masa,
nací en casa de adobe,
con techos de barro,
caña y paja.
Mi padre salió a buscar un destino,
a buscar una esperanza,
y llego a villa retiro donde construyó su rancho,
a fuerza de pulmón, sudor, y lágrimas,
brasero a carbón, pava astinada,
pobre viejo no entendía mucho, casi nada.
Se quebró con la vida,
se fue una mañana,
mirando el cielo
llorando sus lágrimas.
La viejita se quedó sola,
sola con siete y sin nada,
yo corrí descalzo,
jugando mi infancia,
fui al colegio hasta que hice falta.
Y caminé en la vida,
buscando mi esperanza,
volví a la villa,
donde construí mi casa,
a fuerza de pulmón, sudor,
y lloré mis propias lágrimas.
Porque llevo en las venas,
sangre de pueblo y masa.
Miguel,
El Viejo
El Viejo
La cortada
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